Cuando oímos que el planeta está en peligro solemos preguntarnos qué podemos hacer cada uno de nosotros para ayudar y esta es una de las posibles respuestas, obsequiar de forma eco responsable eligiendo para ello moda sostenible y si no sabes cómo hacerlo, aquí van unos cuantos buenos consejos.
Examina la etiqueta:
Aunque parezca de perogrullo no siempre hacemos algo tan simple como es leer la etiqueta de la prenda, ese pedacito de información que generalmente está bien escondida, cosida en el interior de la misma. Y algo tan fundamental como buscarla y leerla es aprender a comprenderla. La ropa ética es la que se ha fabricado siguiendo normas rigurosas (pagos justos a los trabajadores, precios de venta coherentes, etc.), la vegana es la que no emplea ningún tipo de material proveniente de animales y la sostenible es la que su producción no tiene impactos medioambientales, sociales y económicos.
Materiales naturales:
Los materiales sintéticos son capaces de liberar micropartículas de plástico con cada lavado, que finalmente acaban en los océanos, son ingeridos por los animales marinos más pequeños, que a su vez son comidos por los peces más grandes; cuando éstos son capturados, pueden acabar en nuestros platos y en nuestros organismos. Para evitar este problema elige prendas que estén confeccionadas con materiales naturales, sin el agregado de tinturas químicas o de pretratamientos previos (prelavado, gastados, etc.), que son altamente tóxicas y contaminantes. Hay tintes de origen vegetal, que cumplen las mismas funciones y son inocuos para el medio ambiente y para nuestra piel.
Lo local es mejor:
Si cada prenda que vamos a comprar se fabricó a miles de kilómetros de donde las adquirimos, en general no podremos saber cuáles fueron las condiciones de su confección, por lo que, si es posible lo mejor será hacernos con prendas que se fabriquen localmente y cuanto más cerca, mejor. Y asegúrate de que no es local solo la confección, sino que en lo posible los materiales también lo son o al menos no vienen del otro lado del mundo, dado que cuanto más hayan viajado los componentes directos e indirectos (etiquetas, envases, etc.) mayor será la huella de carbono de dicha prenda.
No hagas el juego al greenwashing:
Cuando una marca afirma demasiadas veces que es verde, es que en realidad no lo es, ya que en la moda sostenible no es lo que se publicita lo que vale, sino lo que se demuestra, es decir lo que realmente se está ofreciendo: ropa cómoda, de calidad y elegante que está fabricada sin dañar al medio ambiente, algo que sí es posible. Recuerda que, si parece demasiado barato, no importa lo verde que se asegure que es una prenda, puedes apostar que no es de moda sostenible, porque lo bueno siempre tuvo un coste mayor que lo mediocre y ahora no solo está en juego lo bien que te verás, sino que la durabilidad, el impacto ambiental o el origen de tus prendas, también juegan un rol preponderante en tu propia huella de carbono.
Segunda mano, nueva vida:
Cuando más dure el ciclo de vida de una prenda menor será su impacto en el medio ambiente, así que, en vez de comprar ropa nueva de modas efímeras que apenas duran unas cuantas semanas en venta y se quedan ‘obsoletas’ en un abrir y cerrar de ojos, adquiere prendas usadas, tanto para ti como para obsequiarlas, puesto que siempre estás a tiempo de hacerles alguna modificación y ‘personalizarlas’ a tu gusto.
Fuente: ecoticias.com